viernes, 16 de noviembre de 2007

El mejor escritor en mi pequeño mundo


Mario Benedetti, en mi parecer, es lejos el mejor poeta, cuenta cuentos y novelísta. Nacido el 14 de Septiembre en Paso de los Toros, Uruguay, llegó a mis manos por medio de mi querida madre, quien siempre se preocupa de tenderme un libro para mi deleite personal.
Sus poemas, tales como: "hagamos un trato", "Táctica y estrategia", "Te quiero", "Corazón coraza", "Rostros de vos", entre tantos otros, me cautivaron desde un principio.
Con el pasar del tiempo, pude descubrir que su talento no llegaba tan solo a escribir unos poemas maravillosos, llenos de suspicacia y esa chispa que solo él tiene, sino que también es un novelísta excepcional. Novelas como: "Gracias por el fuego" y "La borra del café", y si me permiten la expresión, llegué a devorarmelos.

Es fascinante como Benedetti hace de cada palabra que usa, un gran poema.


Mi última adquisición de este gran escritor, fue un libro chiquito, llamado "Puentes como liebres". Una compilación de varios cuentos cortos donde la inocencia perdida es el factor principal. Con relatos como "Esa boca", donde un chico quiere ir al circo, sus padres acceden previo acuerdo de irse antes de el show de los trapesistas. Cuando salen del circo, el niño comienza a llorar. La madre de éste asegura que es por perderse a los trapesistas, cuando en realidad, el chico llora por los payasos, pues logra ver la tristeza y todo el cansancio que esconden bajo la gran sonrisa pintada en sus caras.
Otro relato que me llegó mucho fue "Acaso irreparable", donde Benedetti muestra otra vez su suspicacia, cuando imagina lo que sería la muerte. Mejor dicho, la vida después de la muerte. Con un personaje ubicado en un aeropuerto, al que le aplazan indefinidas veces su vuelo. Dicho personaje, "vive" una vida totalmente normal, come, duerme, ríe, convive con otras personas, conversa, etc. Luego comienza a fijarse en lo extrañas que son las fechas, lo extraño que se siente, feliz por fin.
También José Claudio, en otro cuento -"Los posillos"-, ve lo que no debería ver. José Claudio es ciego. O eso se supone. Ver y perder la inocencia. Ver y empezar a pasarlo mal. Y así y todo ver porque las ganas de saber son más fuertes: eso hacen los personajes de Benedetti.
Pero él no termina ahí, también escribe sobre los que no ven y son inocentes. Como en "Se acabó la rabia". El protagonista es un perro, fiel a su dueño, no muy simpatizante con la mujer de su dueño (aunque igual le lame las manos de vez en cuando para mantener el sustento vital del agua y alimento). La mujer le es infiel a su dueño y el perro lo ve todo, sin saber cual es su significado. Aun así, esos actos le hacen sentir extraño. Cuando el perro le hace saber a su dueño de los infames actos de su mujer y el hombre, sin pensarlo, casi con inocencia, reacciona de un modo macabro.
Termino diciendo ¡Sos grande Benedetti! Nos encontraremos nuevamente en algun lugar del uruguay, donde alguno de tus personajes me saluden y vuelvan a enloquecer mis pensamientos.


.:.BBQ.:.

2 comentarios:

noesmasqueblabla dijo...

Puedes creer que me parece que nunca he leído a Mario Bennedetti?

Me dieron pena los payasos :(:(:(

Wurzel dijo...

uuuuuuuhhhhhh

la borra del café me lo leí en dos tardes un verano...hace mucho tiempo atrás...realmente un muy buen libro

:)